Una persona con Trauma Emocional mantiene adormecidos buena parte de sus sentimientos, lo cual puede tener efectos en cualquier ámbito de su vida, incluida la salud (problemas digestivos, dolores permanentes, o dolencias físicas de cualquier tipo) las relaciones, los estados emocionales (depresión, ansiedad o inseguridad continua), o los estados mentales (falta de motivación o desinterés). Un Trauma Emocional temprano en la vida de la persona generará un freno en su evolución emocional y madurativa. Nuestra programación subconsciente es la que facilita o posibilita la generación de Traumas emocionales. No son por lo tanto las circunstancias traumáticas, sino nuestra forma de interpretarlas y de responder a ellas. Son nuestras creencias las responsables últimas de la generación de Traumas emocionales.
¿Qué son los traumas emocionales?
Los Traumas emocionales son bloqueos energéticos poderosos, que se ubican directamente protegiendo nuestro corazón, impidiéndolo vibrar en todo su potencial. Las experiencias traumáticas a menudo implican una amenaza para la vida o la seguridad, pero cualquier situación que lo deje abrumado y aislado puede provocar un trauma, incluso si no implica un daño físico. No son las circunstancias objetivas las que determinan si un evento es traumático, sino su experiencia emocional subjetiva del evento. Cuanto más asustado e indefenso se sienta, más probable es que quede traumatizado.
¿Cómo lograr una alimentación consciente?
El ajetreo del día a día, los viejos condicionamientos, el miedo al cambio y lapresión familiar, el desánimo por tener exceso de peso, la ansiedad que teconduce a comer alimentos grasos, dulces o muy salados. Se convierten en factores que interfieren en la alimentación consciente. Sin embargo, para retomareste camino hacia lo saludable, existen algunos pasos muy sencillos parareconectarte con la energía de lo que ingieres como por ejemplo: Sentir y percibir los olores, sabores y texturas de la comida que ingerimos y, deesta forma, involucrar a los cinco sentidos en el maravilloso proceso dealimentarnos. Disminuir la velocidad mientras comemos para lograr una mayor concentración,atención y conexión con nuestro cuerpo. Tomar conciencia del hambre física, la saciedad y las señales de satisfacción paradecidir qué, cuándo y cuánto comer. Así reduciremos los momentos en los quecomemos por otros motivos que no sean hambre física.Recuerda que el mayor obstáculo está en tu mente, debes entender y aceptar quéte hace daño para poder cambiarlo, porque tu cuerpo es solo un reflejo de tusdecisiones.
¿En qué consiste comer conscientemente?
Alimentarnos de manera consciente significa comprender que como sereshumanos existen otras cosas que necesitamos para sentirnos satisfechos ademásde la comida, como por ejemplo la sensación de seguridad y de valoración,atención, amor, autoconfianza. Al conseguir saciar estas necesidades la comida será solo un placer entre muchostantos que te presente la vida. Pero lamentablemente son muchas las personas que recurren a comer en excesopara sustituir lo que de verdad quieren.
Toma de conciencia sobre lo que comes Basado en el libro ¿De qué tienes Hambre?
Te has preguntado realmente ¿Qué es lo que necesitas comer? ¿Qué requiere tuorganismo físico y tu alma para sentirse satisfechos?Empieza a prestar atención a lo que desencadena tu hambre física para podercomprender lo que tu conciencia requiere.Soy Amneris Inciarte maestra de Conciencia de la Sanación y te invito a que justocuando estés a punto de comer sigas los siguientes pasos:
La importancia de la actividad física para la salud emocional
La actividad física trae grandes beneficios sobre la salud y en la convivencia con las personas que nos rodean. Previene enfermedades y contribuye al bienestar general; cualquier cantidad de actividad física es mejor que ninguna, y cuanta más es mejor. El ejercicio es una de las mejores herramientas para trabajar en nuestra salud corporal, pero ¿sabías que también influye muchísimo en tu salud mental y emocional? En Conciencia de la Sanación te ofrecemos algunas recomendaciones que te ayudarán en tu camino hacia la obtención de tu bienestar emocional basado en el ejercicio físico. 1.- Practica una rutina de estiramientos. Realizar ejercicios de estiramientos de una manera suave y tranquila puede ser una actividad sumamente relajante. La mejor manera es dejar que tu propio cuerpo te guíe, como cuando nos estamos recién despertando y los estiramientos surgen solos. El estiramiento es una forma natural de recuperar el oxígeno para tu cuerpo, para tus músculos y tu sangre, así que también ayuda a regular la presión sanguínea. Prueba con ejercicios sencillos de estiramiento cada mañana justo después de salir de la cama, de esta manera tu cuerpo estará preparado para comenzar tu rutina diaria con mucha más energía y tu mente tendrá un espacio de calma y relajación. 2.- Caminatas al aire libre Caminar es uno de los mejores ejercicios y son ideales cuando estamos comenzando a ponernos en forma, sin embargo, hacerlo al aire funciona mucho mejor que hacerlo de casa en una caminadora. Los seres humanos estamos hechos para cambiar de locaciones, según van cambiando las temporadas y nuestras necesidades, así que realizar caminatas al aire libre nos dará esta sensación de tránsito, de cambiar de espacio, y no solo mejora el metabolismo, sino que le ofrece a la mente un espacio para relajarse e incluso meditar. Todo esto funciona de igual manera para el ejercicio de bicicleta. Si tienes oportunidad de dar un paseo en bicicleta, te dará muchos más beneficios que sólo sentarse en la bici estacionaria frente al televisor. 3.- Practica Yoga El yoga es la disciplina perfecta para trabajar el cuerpo y la mente, además que tiene la capacidad de poder adaptarse para las capacidades de cada persona, sólo es cuestión de encontrar la rutina que sea más adecuada para ti. El yoga es un arte milenario que te garantiza tener un cuerpo firme, recuperar la fuerza y adquirir elasticidad, pero lo más importante es que te ayuda a mantener tu mente estable y tu espíritu benevolente.
¿Cómo afectan los pensamientos a nuestro bienestar emocional y físico?
Se ha demostrado que cada pensamiento genera a nivel cerebral la liberación neurotransmisores y neuro hormonas como (Adrenalina, Dopamina, Noradrenalina, Adreno corticotropina) cuyo efecto en el resto del organismo desencadena una respuesta que será más o menos #agradable en función del tipo de #sustancia liberada. Por lo tanto, si ante situaciones de la vida diaria, el enfoque (los pensamientos) se dirigen predominantemente hacia aspectos que tal vez no nos gusten, y que los mismos signifiquen algo negativo para nosotros, en ese caso las #emociones vinculadas a ella serán miedo, ira, rabia, frustración, etc. Por ello, estar atento a los pensamientos, y filtrar en la medida de lo posible lo que nos afecta, también nos libera de daños a la salud.
¿Los pensamientos pueden afectar tu salud?
¡Absolutamente sí! Lo que sucede con los pensamientos negativos es que generan vibraciones de discordia, conflicto y sufrimiento Cuando piensas negativamente te desconectas de toda creación y atraes a tu realidad lo que no deseas. Los pensamientos negativos te alejan de todo aquello que quieres ser o llegar a obtener. A lo largo del día somos capaces de crear aproximadamente 60.000 pensamientos, de los cuales el 95% surgen de forma automática, siendo similares en días consecutivos, y de ellos, el mayor porcentaje son negativos (80%). Nuestros pensamientos, forman parte de nuestro «mapa mental» que, junto con las creencias, los valores, las reglas, y el significado que atribuimos a las distintas experiencias a lo largo de la vida, constituyen todos aquellos aspectos que nos hacen únicos y diferentes, y que determinan nuestra forma de percibir el mundo y el entorno en que nos movemos y por ende afectan para bien o para mal nuestra salud. ¿Qué se puede hacer para cambiar el impacto de nuestros pensamientos sobre nuestra vida? 1. En primer lugar: No hacer juicios de valor, atribuir a pensamientos negativos la etiqueta de “malo” no hace más que perpetuar el espiral que nos mantiene en una emoción y un resultado no deseado. 2. Identificar aquellas sensaciones o sentimientos muchas veces incómodos que simplemente nos indican la necesidad de un cambio de actitud. 3. Identificar aquellos pensamientos que necesitamos de soltar para una mejor calidad de vida como por ejemplos: Pensar que somos víctimas (del sistema, de las agendas, de la administración, de nuestro pasado, de nuestros padres, etc.) Pensamientos de “debería”, “tengo que”, (dirigen nuestro foco a una situación de obligatoriedad en la que muchas veces es difícil sentirse motivado) Pensar que las cosas son siempre más fáciles o mejores para los demás (no es así, todos tenemos nuestro propio ritmo y valor, y sólo compararnos con nosotros mismos nos ayuda a superarnos).
¿Quién es el niño interior?
El niño interno es una imagen o símbolo mental de una etapa primigenia de nuestra vida. Este arquetipo infantil nos ayuda a conectarnos con el pasado y de este modo, nos ayuda a activar recuerdos de la infancia y las emociones que sentimos. Ese niño o niña todavía habita dentro de nosotros y guarda nuestra sensibilidad, espontaneidad, creatividad, inocencia e ingenuidad y los recuerdos intactos. Tu niño interno guarda todas las experiencias agradables o desagradables de la infancia que te afectaron, las frases que te decían, las necesidades no satisfechas, las exigencias de los padres o adultos de crianza, los juegos y recuerdos. A veces tenemos cosas de la infancia pendiente por sanar, aunque los escenarios y personajes ya no son los mismos las emociones atrapadas siguen allí resistiéndose. Si tuviste una infancia difícil o traumática o si tienes dificultades para conectar con tus sentimientos, amar a los demás o tener buenas relaciones de pareja o de confianza en los demás, te invito a hacer un trabajo de sanación con tu niño interno para que puedas avanzar y estar mejor en el futuro. Tu niño interior no es solo un recuerdo. Es el aspecto de tu conciencia que quiere sentir alegría, inocencia y libertad. Para traer de vuelta la alegría a tu vida, necesitas volver a la fuente de tu conciencia. En la superficie de la mente hay un flujo constante de pensamientos, sentimientos, sensaciones e imágenes. Todas las cualidades que hacen que la vida valga la pena brotan de una fuente profunda que permite vivir disfrutando de cada experiencia con gratitud. En Conciencia de la Sanación, volverás a reconectar con tu esencia, aliviando a ese niño que clama desde tu interior amor, perdón y atención.
Flores de Bach
Las Flores de Bach son una serie de esencias naturales utilizadas para tratar diversas situaciones emocionales, como miedos, soledad, desesperación, estrés, depresión y obsesiones. Fueron descubiertas por Edward Bach entre los años 1926 y 1934. Tratan enfermedades derivadas de situaciones emocionales. Actualmente es muy común por el estilo de vida que llevamos de estar sometido a miedos, ansiedad, mucho estrés, en ocasiones soledad, incluso adiciones y dependencias peligrosas. Dentro de los 38 remedios naturales que encontró el doctor Edward Bach, aparecen remedios con propiedades curativas con una característica importantísima, no tienen efectos secundarios. Venimos observando que cantidad de enfermedades físicas tienen un origen emocional, cuando estas situaciones se alargan en el tiempo se reflejan en enfermedades del cuerpo. El método Bach ataca a estas emociones en su origen, para lograr un equilibrio que nos devuelva a la salud. Motivos para utilizar las Flores de Bach 1.- Las Flores de Bach pueden ser usadas tanto por bebés como ancianos, mujeres embarazadas y enfermos de todo tipo. También pueden tratar animales y plantas. 2.- Las esencias florales fueron elegidas y preparadas para la evolución integral del ser humano. 3.- Solo actúan en el ámbito de la desarmonía, ya que cada esencia tiene un patrón vibracional diferente, con una frecuencia que coincide con el patrón negativo a corregir. 4.- Las esencias poseen la potencia suficiente y la información adecuada para actuar a los niveles causales de la enfermedad. Las flores de Bach te ayudan a tratar enfermedades derivadas de situaciones emocionales desde su origen. Pueden ser tomadas por cualquier persona sin que se produzcan efectos secundarios. Son terapias únicas que logran un equilibrio que regenera la salud en el paciente. El Dr. Bach decía que la salud física depende de los pensamientos. Estamos en salud cuando estos pensamientos son basados en armonía. La enfermedad en cambio, está relacionada con los pensamientos negativos destructivos.