El niño interno es una imagen o símbolo mental de una etapa primigenia de nuestra vida.
Este arquetipo infantil nos ayuda a conectarnos con el pasado y de este modo, nos ayuda a activar recuerdos de la infancia y las emociones que sentimos.
Ese niño o niña todavía habita dentro de nosotros y guarda nuestra sensibilidad, espontaneidad, creatividad, inocencia e ingenuidad y los recuerdos intactos.
Tu niño interno guarda todas las experiencias agradables o desagradables de la infancia que te afectaron, las frases que te decían, las necesidades no satisfechas, las exigencias de los padres o adultos de crianza, los juegos y recuerdos.
A veces tenemos cosas de la infancia pendiente por sanar, aunque los escenarios y personajes ya no son los mismos las emociones atrapadas siguen allí resistiéndose.
Si tuviste una infancia difícil o traumática o si tienes dificultades para conectar con tus sentimientos, amar a los demás o tener buenas relaciones de pareja o de confianza en los demás, te invito a hacer un trabajo de sanación con tu niño interno para que puedas avanzar y estar mejor en el futuro.
Tu niño interior no es solo un recuerdo. Es el aspecto de tu conciencia que quiere sentir alegría, inocencia y libertad.
Para traer de vuelta la alegría a tu vida, necesitas volver a la fuente de tu conciencia. En la superficie de la mente hay un flujo constante de pensamientos, sentimientos, sensaciones e imágenes.
Todas las cualidades que hacen que la vida valga la pena brotan de una fuente profunda que permite vivir disfrutando de cada experiencia con gratitud.
En Conciencia de la Sanación, volverás a reconectar con tu esencia, aliviando a ese niño que clama desde tu interior amor, perdón y atención.