¡Absolutamente sí! Lo que sucede con los pensamientos negativos es que generan vibraciones de discordia, conflicto y sufrimiento Cuando piensas negativamente te desconectas de toda creación y atraes a tu realidad lo que no deseas. Los pensamientos negativos te alejan de todo aquello que quieres ser o llegar a obtener. A lo largo del día somos capaces de crear aproximadamente 60.000 pensamientos, de los cuales el 95% surgen de forma automática, siendo similares en días consecutivos, y de ellos, el mayor porcentaje son negativos (80%). Nuestros pensamientos, forman parte de nuestro «mapa mental» que, junto con las creencias, los valores, las reglas, y el significado que atribuimos a las distintas experiencias a lo largo de la vida, constituyen todos aquellos aspectos que nos hacen únicos y diferentes, y que determinan nuestra forma de percibir el mundo y el entorno en que nos movemos y por ende afectan para bien o para mal nuestra salud. ¿Qué se puede hacer para cambiar el impacto de nuestros pensamientos sobre nuestra vida? 1. En primer lugar: No hacer juicios de valor, atribuir a pensamientos negativos la etiqueta de “malo” no hace más que perpetuar el espiral que nos mantiene en una emoción y un resultado no deseado. 2. Identificar aquellas sensaciones o sentimientos muchas veces incómodos que simplemente nos indican la necesidad de un cambio de actitud. 3. Identificar aquellos pensamientos que necesitamos de soltar para una mejor calidad de vida como por ejemplos: Pensar que somos víctimas (del sistema, de las agendas, de la administración, de nuestro pasado, de nuestros padres, etc.) Pensamientos de “debería”, “tengo que”, (dirigen nuestro foco a una situación de obligatoriedad en la que muchas veces es difícil sentirse motivado) Pensar que las cosas son siempre más fáciles o mejores para los demás (no es así, todos tenemos nuestro propio ritmo y valor, y sólo compararnos con nosotros mismos nos ayuda a superarnos).
¿Quién es el niño interior?
El niño interno es una imagen o símbolo mental de una etapa primigenia de nuestra vida. Este arquetipo infantil nos ayuda a conectarnos con el pasado y de este modo, nos ayuda a activar recuerdos de la infancia y las emociones que sentimos. Ese niño o niña todavía habita dentro de nosotros y guarda nuestra sensibilidad, espontaneidad, creatividad, inocencia e ingenuidad y los recuerdos intactos. Tu niño interno guarda todas las experiencias agradables o desagradables de la infancia que te afectaron, las frases que te decían, las necesidades no satisfechas, las exigencias de los padres o adultos de crianza, los juegos y recuerdos. A veces tenemos cosas de la infancia pendiente por sanar, aunque los escenarios y personajes ya no son los mismos las emociones atrapadas siguen allí resistiéndose. Si tuviste una infancia difícil o traumática o si tienes dificultades para conectar con tus sentimientos, amar a los demás o tener buenas relaciones de pareja o de confianza en los demás, te invito a hacer un trabajo de sanación con tu niño interno para que puedas avanzar y estar mejor en el futuro. Tu niño interior no es solo un recuerdo. Es el aspecto de tu conciencia que quiere sentir alegría, inocencia y libertad. Para traer de vuelta la alegría a tu vida, necesitas volver a la fuente de tu conciencia. En la superficie de la mente hay un flujo constante de pensamientos, sentimientos, sensaciones e imágenes. Todas las cualidades que hacen que la vida valga la pena brotan de una fuente profunda que permite vivir disfrutando de cada experiencia con gratitud. En Conciencia de la Sanación, volverás a reconectar con tu esencia, aliviando a ese niño que clama desde tu interior amor, perdón y atención.