Sabías que la compasión puede ser tu mejor aliada para reducir el estrés, especialmente para nosotras, las mujeres. Cuando practicamos la compasión, activamos nuestro sistema nervioso parasimpático. Esto es fundamental porque ayuda a reducir los niveles de cortisol, la hormona del estrés, promoviendo un estado de calma y relajación. Imagina poder enfrentar los desafíos diarios con una mente más tranquila. La compasión no solo nos permite ser más amables con los demás, sino que también nos enseña a ser más amables con nosotras mismas. Cuando nos tratamos con compasión, creamos un espacio seguro para nuestras emociones. Esto no solo reduce el estrés, sino que también nos ayuda a conectar con nuestra fortaleza interior. Así que, cada vez que sientas el peso del estrés, recuerda: está bien sentir, está bien ser vulnerable. Eres suficiente tal como eres.